viernes, 10 de abril de 2015

El odio de terminar un libro

No escribí querida nada, porque estaba agotada de la Facultad. Llegaba a casa sólo para dormir, y el tiempo que estaba en vigilia lo utilizaba para leer "Los hijos de Húrin" de J.R.R. TOLKIEN, lo he terminado recién, muero. El sentimiento de odio al hecho de terminar un libro, creo que tiene bases altamente egoístas, no quería que me deje, no quiero terminarlo, quiero seguir en el mundo, y no me lo permite. Uno sabe que es algo inevitable, es una muerte constante. El libro entonces toma un carácter de injusto, ya no es mi excusa, ya no es mi salida, ya no existe ese mundo, ya no existo de esa forma. Gracias a la bienaventuranza de Tolkien, y de sus hijos que fueron los que publicaron su obra, me encuentro de que todavía me faltan libros para leer de su saga. Pero una cosa es querer seguir en ese mundo, y otra cosa es poder. El poder acá se transcribe a "poder comprarlo", cosa que no es fácil, porque el capitalismo no es fácil. Es increíble que alguien pudiera crear semejante lógica, semejante universo, como lo hizo Tolkien,, ¿su cielo será Arda? ¿será ese mundo? ¿existe eso de cielo, del después? ¿existe el después? Obviamente, yo por lo menos, quiero aferrarme a la idea de que, algo hay, pero no sé que, temo de que exista algo horrible, y de que ese horrible sea eterno, culpa del cristianismo no? No creo en ninguna religión, pero El Después es algo que interpela al ser humano desde casi toda su historia.
La cosa acá es: no tengo el libro que sigue porque no lo encuentro, y eso me perturba.

0 comentarios:

Publicar un comentario